El complejo del antiguo Casino de Calvià, actualmente en proceso de cambio urbanístico para incorporar usos turísticos, comerciales y sanitarios, simboliza hoy una Mallorca que quedó atrás. Este edificio decadente rememora la época de esplendor turístico de las primeras décadas, caracterizada por el turismo de lujo, el glamour y grandes espectáculos musicales. Fue una época en la que el juego alcanzó su auge en España, con la ruleta y el póker estrenando la democracia a través del azar.
En aquellos años, celebridades y turistas adinerados llegaban a este rincón de la urbanización Sol de Mallorca para disfrutar de un templo del juego que también era uno de los principales escenarios culturales de la isla. La leyenda dice que incluso Frank Sinatra visitó sus instalaciones. Además, el recinto acogió eventos deportivos memorables, como la visita de Muhammad Alí en 1979, quien peleó contra Jimmy Ellis en una exhibición que quedó en la memoria del municipio.
El Casino Mallorca fue inaugurado en los años 70, en un contexto de apertura tras el fin del franquismo. La promulgación en 1977 de la primera Ley del Juego legalizó los casinos, salas de bingo y salones, situando al Casino de Mallorca como uno de los pocos lugares de juego autorizados en la isla. Durante décadas, se convirtió en un punto de referencia para eventos sociales, galas, actos políticos y celebraciones de todo tipo.
Sin embargo, con el tiempo, el avance de las apuestas online, la proliferación de salones de juego y el alejamiento de Mallorca contribuyeron a su declive, culminando en su cierre en 2011 y su traslado al centro comercial Porto Pi.
